martes, 20 de septiembre de 2011

Cruel... a veces

Tal vez sea que algunas veces me falte crueldad y otras me sobre, tal vez sea que no tenga término medio, que no me sepa controlar o me controle demasiado, tal vez debería hacer más de una putada a algunos y no joder tanto a otros. He intentado cambiar, de verdad que lo he intentado, pero no me sale, siempre acabo hiriendo a los que me quieren y aguantando a los que me odian sin hacer nada. ¿Qué le puedo hacer? Solo siento que mis putadas hacen daño a los que no lo merecen, que los que me rodean van a acabar cansados de mi y huirán malheridos. Tal vez sea eso lo que más me moleste, pero ¿qué puedo hacerle si soy así?

La chica más perfecta del mundo.

No me maquillo mucho, llevo la primera camiseta que coja del armario, siempre voy con las zapatillas manchadas, despeinada, mis uñas nunca estarán perfectas, las medias no me duran mucho tiempo sin romperse, puedo llegar a desesperar a la persona más tranquila del universo, el desorden de mi habitación no es normal, mi movil se pierde cada cinco minutos, puedo llegar a ser muy orgullosa, demasiado bruta al decir las cosas, tan cruel como para llegar a hacer llorar a alguien, un poco mentirosa, me puedo llegar a comportar como una verdadera niñata, enfadarme por tonterias... Sin embargo, aunque pueda tener todos estos defectos, yo me siento la chica más perfecta del mundo.

Que le den a las opiniones.

Me ocurren cosas, tomo decisiones sin saber si son correctas o no, intento mantener la fachada de chica fuerte aunque por dentro no pueda más... y mientras la gente opina de mi sin saber, opina si mis acciones son correctas o no, se atreve a evaluarme, a intentar mandar sobre mi vida... Hay un momento en el que una se cansa y se olvida de lo que digan los demás, deja de importarme el daño que pueda causar o la repercusión que puedan hacer mis hechos y palabras. ¿Acaso alguien se ha preocupado por mi a la hora de tomar sus decisiones? Y o estoy cansada, y a partir de ahora no voy a hacerlo por los demás.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Juegos...

Hasta hace unos días he estado jugando a un juego, algunos pueden decir que estaba loca, que si soy masoca, que se veia venir que todo iba a acabar mal, pero pensándolo en frío, no ha estado tan mal. Gracias a este juego he descubierto que hay gente que al principio parece que vale la pena, pero hay un momento que te cansas y dejas que se estrelle solo. Tambien he aprendido que puedo ser fuerte y luchar contra lo que se me ponga por delante sin ningún problema, pero de lo que más orgullosa estoy es de saber que puedo llegar a ser una amenaza sin ninguna razón aparente, que puedo hacer que alguien que apenas me conozca me vea como una pesadilla y que no pueda aguantarme. Me alegra haber jugado a este juego, donde el que parece que ha ganado, realmente ha perdido, y quien aparentemente pierde, gana la mayor lección de su vida.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Hoy...

Hoy es uno de esos días en los que no quieres hacer nada, en los que aunque haga un sol brillante en tu interior hay nubes, solo quieres tirarte en la cama y esperar a que sea otro día. Hoy cualquier contacto con el exterior te afecta, quieres olvidate de la realidad, quieres sentirte solo, llorar hasta que no queden lágrimas, quieres olvidarte del mundo y que el mundo se olvide de ti, nadie te lo impide, adelante, quédate en casa haciendo nada, pasa de todos y de todo, ponte la música al máximo volumen y quedate mirando al techo. Hoy es uno de esos dias en los que nadie te va a impedir que lo hagas.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Buscando la imperfección

Querido príncipe azul que nunca llegó:
Te escribo para decirte un par de cositas: primero, que ya no te voy a esperar, me cansé de creer que existías, de hacerme ilusiones y de imaginarme como eres; segundo, he llegado a la conclusión de que no existes, así que he decidido buscar a mi príncipe imperfecto, ese que nunca va a saber como me siento si no se lo explico yo, ese que pasará delante mia en los sitios, ese que será un patoso, pero que me querrá más que a su vida. He decidido ser yo misma, la princesa imperfecta del principe imperfecto. Llegando a esta conclusión, te pido que no aparezcas en el momento más inoportuno y no me estropees nuestra perfecta imperfección.
Hasta nunca, mi príncipe perfecto.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Querido amigo, me gustaría darte una hostia.

Querido amigo:
Me gustaría darte una hostia ahora mismo. Me gustaría que depués de esa hostia te enfadaras como haces siempre que hago algo inesperado, pero que también abrieras los ojos y te dieras cuenta de lo que te rodea. Me gustaría que te dieras cuenta de que la persona a la que más quieres te utiliza como un juguete, que solo quiere divertirse contigo, y que cuando ya no le intereses te tirará como a un trasto viejo.
Me gustaría que vieras que todo ese tiempo que has perdido a su lado, podías haberlo utilizado en tus amigos, en conocer gente nueva, en tus hobbies...
Me gustaría que después de esa reflexión, la mandases a la mierda y la jures que no quieres saber nada de ella nunca más, que ya no te interesa.
También me gustaría que vinieras con los ojos llorosos, me abrazases y me dieras las gracias por esa hostia, que te sentaras a mi lado y que te desahogases, que dejases soltar todo lo que sientes y que te dieras cuenta de que me vas a tener para todo, como una amiga.


Una sobre premios y trampas.

Nunca he sido demasiado competitiva, sempre he pensado que cada uno gana lo que se merece, pero últimamente me he dado cuenta de que esto no es así siempre. Hay veces que las personas ganan sin merecérselo, hay veces que se hacen trampas, se miente, se ataca a los rivales... ¿Y todo para qué? Para ganar un premio, simplemente por tenerlo, por presumir de que lo tiene. El problema viene cuando esos premios son personas. En ese caso, tu "premio" te coje cariño, siente que tu sientes lo mismo, que estais hechos el uno para el otro... pero él no sabe una cosa: tú jamás le has querido ni la milésima parte de lo que te quiere él a ti. Él sigue con sus ilusiones mientras tú le utilizas. ¿Qué pasará el dia que te canses de él? Tu premio acabará roto, tirado en una esquina, destrozado. En ese momento, ¿tendrás algún remordimiento?


jueves, 1 de septiembre de 2011

Music in my veins

9:10 AM. Parada del autobús. Me dispongo a subirme a ese horrible vehículo de cuatro ruedas que dentro de unos cuantos días me devolverá a la rutina. Ya en él comienzo a hacer mis últimos repasos antes del examen: cromatina,cromosoma, nucleótidos... palabras que no tienen nada que ver con mi futuro se agolpan en mi cabeza.
Dejo de leer, aparto los apuntes de mi vista, cierro los ojos y respiro hondo. Entonces es cuando ocurre. Empiezo a escuchar en mi cabeza esa canción que siempre me ha animado en los peores momentos, esa canción que siempre pido en las fiestas, esa canción única. Sonrío. Bendita música, ¿qué haría yo sin ella?
Llego a mi parada y con una sonrisa bajo del autobús, agradeciendo al conductor que estuviera escuchando esa emisora en el momento más oportuno.