sábado, 5 de noviembre de 2011

Te gusta, se te da bien, es lo que te hace especial, lo que te hace ser tú mismo, no es lo normal, ¿y qué? Disfrutas haciéndolo, podrías estar año a año, mes a mes, semana a semana, día a día, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo haciéndolo sin cansarte ni un poco, pero prefieres dejarte influir. Prefieres escuchar las opiniones de los demás, prefieres compararte con los demás y adoptar su estilo, olvidarte de lo que te empujó a ser así, ya no disfrutas con ello, estás amargado. Hasta que un día te da por volver a ello. Te amarras a ello como quien no quiere que un sueño termine. Sabes que al día siguiente volverás a ser aquel que ya no destaca, que rechaza su pasado, que prefiere ser como los demás y conformarse con ello. Sinceramente, me da pena no volver a verte así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario