martes, 15 de noviembre de 2011

Yo no quiero poner un candado con nuestros nombres en la barandilla de un puente del río Tiber. Tampoco quiero viajar a París a ver la Torre Eiffel. No quiero joyas, ni bombones, ni regalos caros. ¿Un desayuno en la cama? No, gracias. No quiero ir al Taj Mahal, ni unas velas encendidas en una habitación a oscuras. No quiero ver una película compartiendo unas palomitas. Todas esas ideas están genial, sí, pero solo merecen la pena si las vivo con la única persona que quiero vivirlas: TÚ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario